lunes, 28 de noviembre de 2011

Navidades

 











 
     Se empieza a notar el ambiente navideño. Las calles están decoradas, la calefacción puesta y por fin hemos cambiado esa fina parca, por un buen chaquetón de plumas.
Pero para mí, la navidad no llega hasta que mi madre no pone, día si y día también,  ese "caset" descolorido de villancicos que lleva escuchando cada navidad desde que me alcanza la memoria.
La navidad no empieza, hasta que no la veo llegar cargada de bolsas de la compra, llenas de comida, bebida y turrones. Hasta que no la oigo gritar " ¡Eh que os veo venir! Ni se os ocurra comer nada que tiene que durar hasta Noche Vieja."
     Tampoco empieza hasta que no veo la mesa a rebosar de suculentos manjares y observo como mi padre y mi abuela se pelean por coger el langostino más grande. Mientras mi abuela añade, como quien no quiere la cosa, su típica frase de :" Fes, fes que jo amb la Hemocromatosis no n' hauria de menjar-ne pas."
     La navidad no empieza hasta que no veo a mi madre ilusionada, como una niña pequeña en un día de carnaval, enfundándose un viejo y destartalado traje de papa noel. Hasta que no veo a mi padre desempolvar su guitarra y tocar algunas de sus favoritas canciones de blues.

Y este año, la navidad no empezará...
Hasta que no llegue a casa.

Alba R.

sábado, 26 de noviembre de 2011

La complejidad de la mujer

   













    Hombres. El macho dominante, el líder de la manada, la cabeza de la familia... y un cuerno. Vivimos en el siglo XXI y hoy en día, después de mucho luchar, las mujeres nos hemos puesto casi al mismo nivel que el de los hombres.
Y digo casi, porque por desgracia, una mujer, sigue cobrando mucho menos que un hombre y está mucho más discriminada laboralmente.
La mujer, es capaz de trabajar durante el día y por la tarde educar, alimentar, cuidar a los hijos y sobrarle tiempo para dejar la casa impoluta. Una mujer tiene la capacidad de hacer mil cosas a la vez, mientras piensa lo que guisará esa noche para cenar.
Es por eso que admiro muchísimo el papel de la mujer hoy en día.

    Es cierto que la lucha por la igualdad, nos ha perjudicado mucho en este aspecto. La mujer tiene actualmente, un papel todavía más esclavo que el que tenía antes.
Ya que antiguamente, a la mujer se le encargaba el oficio, porque realmente lo considero oficio, de cuidar la casa y educar a los hijos. Hoy en día, además de eso, también es la encargada de trabajar y traer dinero a casa.
Por eso me río del papel de los hombres en esta nueva sociedad. Es cierto que el hombre trabaja y ayuda en la economía laboral y que cada día participa más activamente en las tareas domésticas. Pero aun así, no es suficiente.Y hasta que no cambiemos eso, la mujer seguirá siempre sometida al hombre.

   Intuitiva, pensativa y con gran capacidad de razonamiento, la mujer hace con el hombre lo que quiere. Caracterizado por su simplicidad, él, se creerá el macho alfa, el que toma las decisiones y al que su mujer obedece. Pero siempre he pensado que la mujer es la que lleva los pantalones de la familia. La que lo decide todo. Controla la economía familiar y consigue que esta se mantenga unida.

 " El hombre es la cabeza de la familia, pero la mujer es el cuello y puede hacer girar la cabeza hacia donde ella quiera". 


   Pero hablemos de situaciones distintas. Por ejemplo el tema de "ligar".
El hombre piensa ser el que toma la decisión el "gran conquistador", pero lo que no sabe, es que la mujer siempre va unos pasos por delante suyo.
Él creerá haberla conquistado con sus grandes dotes , pero no es así. La mujer es la que se deja conquistar, la que ignorará las bromitas estúpidas y considerará otros aspectos. La que le hará ver que es lo que quiere y no parará  hasta conseguirlo. La mente o "cabeza" de la relación.
Es por eso por lo que, si una mujer decide que tal individuo no tiene nada que hacer con ella, por mucho que este se esfuerce, por mucho que lo intente con piropos o otras estupideces que se le ocurran, jamás lo conseguirá.Lo único que puede hacer cambiar de idea a una mujer es ella misma.

      Es cierto que una vez enamorada, la mujer no ve nada más y es en ese momento en el que se convierte en vulnerable. Porque aunque intentemos negarlo, somos débiles a las sonrisas encantadoras y a las palabras bonitas y en eso el hombre es un experto.Nos gusta sentirnos protegidas a la vez que queridas y respetadas.
Una vez enamorada, la mujer es capaz de cometer las estupideces más grandes con tal de hacer feliz a un hombre. Sólo se deja guiar por los sentimientos y el romanticismo y por eso, cuando llega la ruptura, es la que más sufre. Como se suele decir el amor es ciego.

Somos complejas y este hecho, por muchas décadas que pasen, no cambiará nunca.

Alba R.

sábado, 19 de noviembre de 2011

Tengo miedo al olvido









Tengo miedo a olvidar quien soy y quien fui.
Miedo de que otros se olviden pronto de mí.
Miedo de no recordar las risas y el sabor de la espuma del mar.
Miedo a olvidar aquel verano y aquel bonito lugar.

Tengo miedo de que un día esa canción ya no signifique nada.
Miedo de no recordar aquellas hermosas palabras.
Miedo a la mente en blanco.
Miedo a desaparecer.

Tengo miedo de pensar ¿quién es ese extraño?
Miedo de nunca más llorar sobre antaño.
Miedo a olvidar aquel verano contigo.

Sólo tengo miedo al olvido...

Para todas aquellas personas que poco a poco se esfuman en el olvido. 
A favor de la lucha contra el Alzheimer.  

Alba R.

sábado, 5 de noviembre de 2011

Caos

        La locura se apodera de mis días, de mis horas y hasta de mis minutos últimamente. Pero, ¿No es acaso a veces la locura  lo más parecido a la lucidez?
Quién no necesita desahogarse, hacer todo lo que jamás había pensado que haría y disfrutarlo como un niño que saborea un delicioso caramelo robado. Pues no nos engañemos, lo prohibido siempre acaba por tentarnos.

         18 son los años del caos, de la libertad y del deseo prohibido.Pero también son años de lucha por encontrarte a ti mismo, de forjarte un camino y de no mirar demasiado atrás.
Como diría mi amiga Júlia, uno no debe arrepentirse nunca de sus actos, si no seguir para adelante y aprender de ellos. Pero, ¿qué hacer si disfrutamos al cometer un error? Es más, ¿qué hacer cuando sabemos, que lo repetiríamos sin pensarlo dos veces? 
Impulso frente a razón, lucidez frente a locura. Gran dilema.

     


      "pues ya supiera el género de su locura; pero, como no la sabía, ya le tenía por cuerdo y ya por loco, porque lo que hablaba era concertado, elegante y bien dicho, y lo que hacía, disparatado, temerario y tonto"  Miguel de Cervantes, El Quijote.














Alba R.