martes, 25 de octubre de 2011

Dudas

       









         Hoy es un martes nublado de octubre. No sé muy bien lo que hago ni como afrontar lo que me viene encima, pero eso en mí tampoco es una novedad.
Siempre he sido una persona muy dispersa y poco centrada, que suele dudar ante todo y que le da demasiadas vueltas a la cabeza.

         De pequeña, creaba juegos e imaginaba mundos a menudo incomprensibles para mis padres y primos que, en aquella época, vivían también conmigo. Era demasiado delgada, con un pelo largo que cubría siempre mi cara. Volvía locas a mi madre y a mi abuela gritando y correteando todo el día por la casa.
Disfrutaba tomándole el pelo a mis amigos, y echándole la culpa de todo a mi primo pequeño Miquel.
Creo que fui, y sigo siendo un bicho raro.

         Al crecer, dejé a un lado ese mundo de fantasías, pero supongo que seguía residiendo en mi esas ganas de expresarme de algún modo. Sin saber muy bien como, y supongo que por imitación a mi padre, descubrí la música.
No hay nada que me relaje tanto, que me destense y me haga evadirme un poco de la realidad, que tocar la guitarra que con tanto esfuerzo me compraron mis padres hará unos años.

        Es precisamente por eso, por lo que las cuerdas de mi guitarra no dejan de sonar últimamente en mi pequeño cuarto de Toulouse.
Este año he dejado mi casa de Barcelona y me he ido a estudiar al extranjero. Todo por hacer medicina, por esa tozudez que siempre me ha caracterizado, heredada de mi abuelo que como no, era aragonés.
Pero el sistema francés es muy distinto al español, y sólo el 10% consigue pasar a segundo año. Veo que no llego con tanto temario y mis dificultades con el idioma no ayudan.

        Por suerte he hecho buenas amistades que me consuelan y me hacen ver que no soy la única que está así de perdida. Lo más normal en Toulouse, es repetir primero, yo sinceramente no se muy bien lo que haré después. Supongo que regresar a España y ponerme a trabajar para así poder intentarlo en una privada.
No lo sé.

       Dudas, dudas y más dudas. Mi cabeza siempre es un mar de dudas.
 Envidio a mi amiga Júlia, siempre tan segura y decidida, que toma una decisión y la lleva hasta el final. Envidio a mi madre, que a pesar de su enfermedad siempre tira para adelante y me anima a continuar. Envidio a las personas que tienen la valentía de tomar una decisión y no mirar atrás.

Y me envidio a mi misma hace unos años, cuando sólo pensaba en aquellos mundos fantásticos y en como escapar de la bronca que sabía que tarde o temprano iba a caer.

Alba R.

1 comentario:

  1. Tu amiga Julia (que no es tan segura como tú crees) quiere que sepas que está aquí para ti. Siempre, siempre.
    Has sido muy valiente marchándote a Toulouse y, pase lo que pase, esto te habrá hecho crecer en todos los sentidos. Así que no dudes, eres joven y tienes que probarlo todo. ¿Cuándo vas a hacerlo si no? Es el momento de cometer errores y de no arrepentirse de ellos, porque te harán aprender.
    Te aseguro que esta experiencia habrá valido la pena.
    Solo me queda recordarte que, para lo que necesites, nos tienes a mi, a tu madre y sobre todo a la pequeña Alba soñadora (no la olvides).

    ¡Nos vemos muy pronto! Mientras tanto, cómete el mundo.

    ResponderEliminar