jueves, 29 de diciembre de 2011

Fanáticos religiosos

        No hay nada que aborrezca más que el fanatismo religioso.
¿Cómo puede un padre dejar morir a un hijo porque sus creencias no le permiten una transfusión de sangre? ¿Cómo puede una entidad, potenciar el contagio del sida, por el simple hecho de prohibir el uso de preservativos? ¿Cómo puede alguien llegar a torturarse simplemente para alcanzar "el cielo"?
Hay cosas que no entiendo y no entenderé nunca.

    Las personas necesitamos algo en lo que creer y más cuando los tiempos son difíciles. Pero,¿ hasta qué punto ese argumento es valido?

        Según mi opinión, y sin animo de ofender a nadie, la religión sólo es igual a ignorancia en muchos casos. Como seres racionales que somos, necesitamos respuestas. Es por ello por lo que, si no hemos recibido una educación que nos permita tener unos argumentos firmes,  acabamos creyendo lo que unos pocos nos dicen.
De ahí nacen las religiones.

        Aunque sea políticamente incorrecto de decir;  no hay mejor forma de someter a las personas que la religión.Y hace muchos siglos que los grandes mandatarios se dieron cuenta de ello.
Puedes controlar a alguien económicamente, socialmente y hasta físicamente, pero nada le hará cambiar sus ideas.
Si consigues inculcar unos principios a un grupo de personas, entonces podrás hacer lo que quieras con ellas. Hasta el punto de arriesgar su propia vida y de matar a otros.
Y él que no me crea, sólo debe remitirse a algún que otro libro de historia.

      Soy de esa clase de personas que respetan las creencias ajenas, siempre que no atenten contra la vida, salud y dignidad de las personas.
Es por eso por lo que, como ya he dicho antes, no entiendo ni entenderé jamás el fanatismo religioso.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

La flor de la vida

 












     Aunque nos encontremos en la llamada "flor de la vida", la vida de los jóvenes no siempre es un camino de rosas.
Con 18 años empiezas a formarte como persona. Empiezas a cometer tus propios errores, a forjarte unas ideas y unos principios.

    Es por eso por lo que creo que la juventud es una etapa fundamental y realmente conflictiva en nuestras vidas. Todo lo que hagamos durante este corto periodo de tiempo, repercutirá directa o indirectamente en nuestro futuro más o menos próximo.

¿ Cómo saber que no nos estamos equivocando?
La verdad es que no podemos saberlo. Supongo que la vida es simplemente una serie de elecciones sucesivas. Algunas acertadas, otras no tanto, pero lo importante es aprender a levantarse y saber rectificar a tiempo.

Y eso supongo que debemos aprenderlo ahora, en esta bonita etapa.

Antes de que nuestras vidas se marchiten...


    

domingo, 18 de diciembre de 2011

Naranjas y mandarinas

     














        Hace un rato una amiga me ha dicho: "hasta que no encuentre a mi media naranja, yo voy comiendo mandarinas".
¿Será eso en esencia el amor? ¿Ir probando y probando hasta encontrar a la persona indicada?
Jamás había pensado las relaciones sentimentales de este modo. Soy de esa clase de personas que se entregan al máximo en cada relación. De esas que ingenuamente piensan: "este es el indicado". De esas que se ilusionan demasiado.
Es por eso por lo que me da miedo pensar cuantas mandarinas confundiré con naranjas, antes de encontrar a la adecuada.


        Por otro lado, puesto que la perfección no existe, tampoco se si creo en esta idea de "la media naranja".
A lo mejor todo esto, tan sólo es un cuento chino .Una invención hecha para consolar a las pobres quinceañeras que leen la superpop y vender más comedias románticas.
A lo mejor no hay una persona hecha para nosotros.A lo mejor no existe tal naranja.
En ese caso ¿debemos conformarnos con unas simples mandarinas?
Estoy confusa.


Alba R.

jueves, 15 de diciembre de 2011

Indecisión

   










         Hay días en los que me siento completamente perdida. No es una novedad en mí, pero aun así, días como el de hoy consiguen sorprenderme todavía.
A lo mejor llevas días segura de ti misma, pensando en tomar una decisión, planificando lo que vas a hacer y como hacerlo y en ese momento pasa.
         Pasa algo que hace que todo de un vuelco de ciento ochenta grados. Hace que aquellas cosas que tenías tan claras, se conviertan en una especie de imagen desenfocada.
Lo más probable es que no haya sucedido nada del otro mundo, una imagen, un sonido, un mensaje, algo. Pero ese algo consigue hacerte sentir tan perdida como la más fina de las agujas en el más inmenso pajar.
         Estoy cansada de esperar cosas que nunca suceden, cansada de ilusionarme para después caer en una enorme decepción. Pero como se suele decir: la esperanza es lo ultimo que se pierde y en mi caso, sigue siendo así.
¿Qué hacer cuando ya no te quedan fuerzas para continuar? ¿Qué hacer cuando tu cabeza dice una cosa, pero tus tripas otra?

Supongo que la indecisión nos persigue y en mi caso, no va a ser tan fácil librarse de ella.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Piezas

   













      Se está acabando el año y a mi alrededor ya nada parece lo mismo que hace 12 meses.
Esas "cosas" que parecían tan estables, aquellas que parecía que no iban a cambiar nunca, ahora se desvanecen ante mí sin que yo pueda hacer nada para evitarlo.

¿Cómo puede el amor no bastar para mantener a flote la más bonita de las relaciones? ¿Cómo pueden unas simples palabras hacerte recobrar en un minuto, una pasión que ya creías inexistente? ¿Cómo pueden dos personas saber que se quieren cuando jamás se han visto antes?
Supongo que como dirían los científicos, todo tiende al desorden.
¿Seremos a caso sólo piezas de un enorme y desordenado puzzle?

      Estos días me percato de que ya nada volverá a ser como hace unos meses. Me doy cuenta de que han pasado muchísimas cosas en un sólo año, tantas que soy incapaz de resumirlas en una breve entrada.
Cada uno de nosotros ha ido escogiendo un nuevo rumbo.
Cada uno de nosotros  ha encontrado, a base de caídas y empujones, un lugar en el que encajarse.
Sólo nos queda pues, comprobar si este lugar es el indicado.

Sólo nos queda ver, si el puzzle por fin está bien ordenado.

Alba R.